Alrededor del mundo un cambio se está produciendo, personas comunes como cualquier otro están desarrollando poderes y como en cualquier comic ésos poderes pueden ser usados para el bien o para el mal.
Ésa es la idea básica de Héroes, la serie que desde marzo nos fanatiza todas las semanas y que (a partir de septiembre de 2006 en Estados Unidos) con los 22 capítulos de su primera temporada, se transformó de inmediato en un show de culto con fans en todos los continentes (cosa que se nota sobre todo en internet).
Tiene muchos puntos de contacto con comics conocidos (especialmente X-Men, por las metáforas sobre la diferencia, el entendimiento, la tolerancia y lo que significa ser humano) y ésta vez los poderes no vienen gracias a rayos gamma, tormentas solares o arañas radioactivas, sino que provienen de ellos mismos, de su ADN.
Por más que a muchos estos poderes les parezcan algo bueno, para algunos son más una maldición. Una madre soltera que empieza a ver que su reflejo tiene vida propia y la usa para asesinar gente, o un policía que puede escuchar los pensamientos ajenos (incluidos los de su mujer que quiere dejarlo) son ejemplos de esto.
Nadie es la estrella en esta serie, muchos personajes con historias personales que van en paralelo (y que a veces se entrecruzan) con muchos misterios incluidos y una trama que se continúa a lo largo de toda la temporada hizo que en Estados Unidos lo compararan inmediatamente con Lost y con las películas de X-Men.
Más allá de las comparaciones el productor y creador de ésta serie, Tim Kring (que también produjo otras series como Crossing Jordan) declaró que Héroes es una mezcla entre “Los Increíbles” y “Eterno resplandor de una mente sin recuerdos”. Aunque no le escapa a las comparaciones con Lost y aprovecha para tirarle un palo a los perdidos en la isla cuando dice que “queríamos evitar que Héroes fuera una de ésas series en las que se pregunta pero nunca se responde, en la que las revelaciones se demoran meses y, mientras tanto, nada pasa”.
Al mismo tiempo que vemos por un lado a estos héroes tratando de entender que les pasa, asustados frente a lo que son capaces de hacer, aliviados al saber que no están locos o eufóricos al cumplirse su sueño de tener superpoderes; por el otro lado está el científico genetista, el único que tiene una mediana idea de qué es lo que le pasa a esta gente y que ya sufrió la muerte de su padre por investigar el mismo tema.
Nunca se debe olvidar que donde hay superhéroes, hay súpervillanos, y no van a tardar mucho en llegar a un punto de choque. Sobre todo porque éste súpervillano desde un principio parece saber más sobre los héroes que ellos mismos y que los va a tener como blanco de sus ataques, como dice Masi Oka (que interpreta al oficinista japonés Hiro Nakamura que se roba toda la serie) “no es que terminarán formando una especie de Liga de la Justicia, pero se van a acercar entre sí en búsqueda de información y, sobre todo, porque no todos van a usar sus poderes para el bien. Ya van a ver lo que pasa cuando tengamos que salvar el mundo”.
Sólo falta recordar para entender el centro de ésta historia a la frase que Spiderman hizo famosa “un gran poder conlleva una gran responsabilidad”, no todos desean las habilidades que tienen, pero todos se ven obligados a usarlas.
El fenómeno de Masi Oka
Masi Oka tuvo su primera portada a los 12 años en la revista Times (cuando era llamado Masayori Oka) por su coeficiente intelectual altísimo que le permite trabajar 3 dias a la semana en Industrial Light & Magic escribiendo programas de diseño y el resto de la semana grabar episodios de la serie. Un geek y orgulloso de serlo trabajo en las precuelas de Star Wars y declaró que juega varias horas diarias al World of Warcraft, como ven nadie escapa a la adicción que provocan los juegos On Line.
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